Repito, no me dejan de mirar...

Fantasticamente, miro los ojos negros y vacios, miran al vacio, me mira a mi.
Enfoco la mirada, me pierdo
Pierdo mi rumbo, no veo
Que profundo vacio, repito, vacio, puedo ver alli. Me recuerda el momento en que la intención solo se convierte en especies y cuerpos extraños colisionan en una hermosa hemorragia del corazon, donde la sangre carmesí brota donde lagrimas cubrían un viejo velo que cuida y protege nuestros recuerdos, las memorias junto a ti.
Parece tan distante, parece tan irreal, que la soledad toma su papel en la historia y muestra su desesperación ya que no puede saciarse con una sola jugada, sino que invita a repetir el martir juego de estados alterados en que la ruleta gira y tus ojos, repito, vacios, son el numero ganador, que solo llena lo de afuera, irguiendo con mayor fortaleza la muralla que me protege de caer en tu hechizo, y tus ojos, repito, vacios, gritan sin piedad pidiendo redención. Sera una especie de frase retorica o cilindrica, que con el diedro fundamental forman la figura de mi corazon y la transforman en algo nuevo, que ni la ciencia contundente homologa y sensata puede contener. Esos ojos, repito, vacios, vacios, vacios... NO ME DEJAN DE MIRAR!